Todas
las mañanas me levanto con la hora pegada. Tomo un café, elijo la
ropa que me voy a poner, me lavo los dientes y me maquillo. Me gusta
seguir 3 pasos antes de aplicar el maquillaje :
- Limpiar mi piel con una leche limpiadora.
- Tonificar para proporcionar frescura.
- Utilizar hidratante para que la piel no pierda su propia agua natural durante el día.
Entonces
ya estoy lista para maquillarme, pero miro el reloj y veo que se me
agota el tiempo. Debo salir pitando y coger el tren o llegaré tarde
al trabajo. En estos casos, es muy útil recurrir al maquillaje
exprés: ése que utilizamos de camino al trabajo o a cualquier hora
del día. Es ideal para parecer maquillada sin utilizar todos los
productos del neceser y lo más importante: sin perder tiempo.
Los
tres productos básicos son la máscara de pestañas negra, el rubor
o colorete y el brillo de labios. Cada uno logra los siguientes
efectos:
Máscara
de pestañas: proporciona volumen al ojo, haciendo que parezca
maquillado gracias al espesor, la profundidad y el color que aporta.
Rubor
o colorete: el rubor se aplica en la zona de la mejilla, en tonos
rosados, simulando el efecto del frío, el cual transmite salud,
lozanía y juventud. El colorete se aplica en la zona baja del hueso
del pómulo, en tonos amarronados, y su efecto es el de una piel
bronceada y con color.
Brillo
de labios: independientemente de que se dé o no color, un
reparador labial, un brillo, o incluso vaselina, es necesario para
crear un efecto de boca jugosa. Puede ir desde el brillo más natural
hasta el rojo, aunque sea un maquillaje exprés para el día.
Con estos tres pasos, que sólo te llevarán cinco minutos, estarás mona para cualquier situación, sintiéndote mejor en el trabajo, en clase o simplemente paseando.